México, las líneas de
sus manos
Proyecto colaborativo
de Red ILCE
Edición enero-marzo
2013
Equipo: Los linces
Nombre del/de la
docente: Beatriz Eugenia
Asencio Pérez-Gavilán
Nombre de la escuela: Esc. Sec. “Lic. Benito Juárez”
Clave de red escolar: 10SGM0027
En
este proyecto conocimos los grupos étnicos que residen en el estado de Durango
y especializamos nuestro conocimiento en una etnia específica; los Tepehuanos.
Al elegir a este grupo étnico nos dimos a la tarea
de recabar información sobre sus costumbres y tradiciones, su lengua, su
ubicación en el resto del país, entre otros datos más.
Los
tepehuanos de Chihuahua se nombran a sí mismos ódami, mientras que los de
Durango se reconocen como o’dam, que significa «gente». El término tepehuano,
de origen colonial, proviene de la raíz náhuatl, tepetl, cerro y el sufijo hua,
que indica posesión. Tepehuano quiere decir entonces «gente de las montañas».
Los
tepehuanos, debido al proceso de colonización se dividen en dos grupos,
conocidos como tepehuanos del norte que viven en Chihuahua, y los del sur que
habitan en los Estados de Durango y Nayarit.
El
XII Censo General de Población y Vivienda (2000) registró 25 544 personas de
más de 5 años hablantes de tepehuano; en el Estado de Chihuahua había 6 178, y
de éstos el 83% vivía en el municipio de Guadalupe y Calvo. Los principales
asentamientos son Nabogame, Llano Grande, Barbechitos, El Venadito y
Baborigame. En Durango se encontraron 17 051 hablantes de tepehuano,
distribuidos en San Bernardino de Milpillas Chico Y San Francisco de Lajas en
el municipio de Pueblo Nuevo; María Magdalena Taxicaringa, Santiago Teneraca,
San Francisco de Ocotán y Santa María de Ocotán y Xoconoxtle en el municipio de
Mezquital; y en San Andrés Milpillas Grande, municipio de Huajicori, Nayarit,
donde a nivel estatal había 1 422 hablantes de esta lengua.
El
idioma de los ódami u o’dam, también llamado ódame o tepecano, pertenece al
tronco lingüístico yuto-nahua o yuto-náhuatl, familia pimana. En Chihuahua y
Durango esta lengua presenta variantes dialectales, aunque algunos lingüistas
señalan que se trata de lenguas distintas. En la actualidad el idioma ódami, al
igual que el resto de las lenguas indígenas, ha estado sometido a la presión y
competencia del español. Casi el 89% de los integrantes de este grupo es
bilingüe y sólo el 11% es monolingüe.
En
Chihuahua, las áreas de tierra cultivable son manchones diseminados a lo largo
y ancho de la región. Es posible que este hecho tenga relación con la propia
dispersión en la que viven las familias dentro de su territorio. Cultivan maíz,
frijol, calabaza y papa. Muchas familias poseen huertos donde cultivan
hortalizas, las cuales son atendidas por las mujeres.
Su
producción es únicamente para el autoconsumo.
Los
ódami no conservan casi ningún rasgo de su indumentaria tradicional,
particularmente los hombres se visten a la usanza mestiza. Algunas mujeres
siguen usando su vestido típico, cuyo origen se piensa es del siglo XIX. Es una
blusa de cuello cerrado y botones en la pechera, con pinzas al frente y por
detrás. La falda es ancha y larga, de dos holanes con adornos de listón en el
bies de cada holán, son de colores fuertes y telas floreadas. En la cabeza usan
un pañuelo que cubre el cabello y se peinan con una trenza que portan por delante.
Su calzado consiste en huaraches de cuatro orificios con suela de llanta y
correa larga de piel que se enreda en los tobillos.
Elaboran
productos con materiales que obtienen de su ambiente. En Chihuahua, por ejemplo
los bules y jícaras, que son frutos de una planta, son utilizados como
recipienes para transportar líquidos. Con madera de madroño se hacen cucharas
y bateas. Con barro se elabora una gran variedad de ollas y platos;
generalmente la mujer es la que trabaja la cerámica. Sus instrumentos musicales
también los hacen ellos mismos, como los violines y sonajas de madera y las
flautas de carrizo. Entre los tepehuanos del sur se fabrican morrales de
estambre (de telar o punto de cruz) y redes de ixtle o de cordón plástico,
sombreros de soyate, equipales, bancos, pipas de carrizo y barro y alfarería
sin decoración.
Las
viviendas constan de una sola habitación, que sirve de cocina y dormitorio. En
las cumbres, las casas se construyen con troncos de madera rolliza entrecruzada
en las esquinas.
Los
techos son un tejabán de tableta de pinos que permanece impermeable de diez a
quince años. En los barrancos, las paredes se construyen con una mezcla de
piedra y lodo, sostenidas por dos horcones y una viga transversal, el techo es
de dos aguas, a veces de palma o bien, de tableta, un lado del techo no llega a
juntarse con la pared para permitir una adecuada ventilación en el interior.
Algunas viviendas carecen de una pared, lo cual es muy funcional debido al
calor intenso en el verano barranqueño y porque el humo de la lumbre, empleada
para la elaboración de alimentos, escapa con mayor facilidad. La innovación más
importante en la construcción de casas en los últimos años es quizá la
sustitución de los grandes troncos por tablas más endebles, desperdicio de los
aserraderos.
Entre
los tepehuanos de Durango la ganadería es la actividad económica más
importante. Participan en ella todos los comuneros; manejan de preferencia el
ganado vacuno, caprino y en menor escala el ovino y porcino. No existen buenos
pastizales, por lo que se practica la ganadería extensiva. No se produce maíz
suficiente, ni siquiera para el autoconsumo. Se cultiva en las laderas, con muy
bajo rendimiento, con el palo sembrador o coa. Otro recurso que explotan es el
bosque.
En
el grupo del sur, el mitote o xiotal es una ceremonia ritual en donde se danza
alrededor del fuego durante la noche al son de un arco musical. Hay dos clases
de mitote: el familiar, al que asisten los parientes con descendencia
patrilineal y, el comunal al que van, hipotéticamente, todos los miembros de la
comunidad. Por lo regular celebran dos de cada uno de ellos para pedir lluvias
en mayo y para bendecir los elotes en octubre; también se organizan mitotes de
curación.
Esto
fue algo de lo que investigamos sobre este grupo étnico. La información fue
obtenida de diversas fuentes,
tales como libros y sitios web. Algunos de ellos son:
· Tepehuanos;
- · Atlas de los Pueblos Indígenas de México